viernes, 24 de julio de 2009

Rebrote de influenza, por relajar medidas: Córdova

José Ángel Córdova Villalobos toma en este momento un tratamiento antiviral contra el virus de la influenza. El funcionario federal, médico de profesión, se autodiagnosticó y recetó como medida preventiva luego de que el pasado viernes convivió durante ocho horas con el ex secretario de Salud estatal de Chiapas, quien según él está infectado con el virus H1N1.

El titular de la Secretaría de Salud considera que la segunda oleada de casos de H1N1 se dio porque muchos estados pensaban que el virus ya iba de salida, y comenzaron a relajar las medidas de contención y a suspender los diversos filtros escolares.

“Esto puede irse como lumbre en gasolina y extenderse muy rápido, y en ocasiones, por eso uno ve demasiados casos, y eso fue lo que pasó en el sureste del país”, afirma en entrevista con EL UNIVERSAL.

A la fecha, se tienen registrados en México 15 mil 383 casos confirmados de H1N1 y 139 defunciones por este virus.

Córdova acepta que en todo el país se pensó que “habría que irnos a una hamaca y preocuparnos hasta diciembre”; y la verdad es que no, porque todavía el virus está circulando en territorio nacional, señaló.

“Los gérmenes están ahí, están en el ambiente y cuando encuentran la oportunidad de infectar a una persona lo hacen, lo contagian y se extienden”, asegura el encargado nacional de la sanidad.

Adelanta que en diciembre podría ser necesario volver a cerrar escuelas, quizá no en todo el país, pero sí en algunos municipios y colonias, además de que definitivamente habrá restricciones en actos masivos.

Para Córdova, todo este año será de aprendizaje y reconoce que no sabe cuántas oleadas más de casos de influenza AH1N1 vaya a haber en México. “Normalmente está descrito que son tres, y que tenemos una segunda que se puede estabilizar, y que al final del año tendríamos la otra”, comenta.

El funcionario advierte que está estimando que este virus mute o se haga más resistente o que incluso como ocurre en Chile o en otros países, el virus de H1N1 desplace al de la influenza estacional para invierno en México.

—El rebrote en el sureste. ¿Hay más riesgos de que se extienda a otros estados?

—Estamos viendo en Yucatán y en Chiapas una disminución; esperamos que no se vaya a extender. En el caso de Chiapas nos comenzó a preocupar porque los casos iniciaron en Tuxtla Gutiérrez, después en Comitán, que está pegado a la frontera y a lo mejor los guatemaltecos al rato empiezan con casos y en San Cristóbal de las Casas.

Nuestro temor es que el virus se vaya a la parte serrana porque ahí entonces puede agarrar comunidades. Entonces estamos con la cuestión de las acciones de vigilancia y de atención, participando con el estado.

—¿El crecimiento sostenido de casos del virus de H1N1 en el sureste del país, es lo que les preocupa en esta segunda oleada?

—Sí, pero ya va para bajo, eso nos da un respiro que esto se está resolviendo.

—¿La presencia de este virus les tomó por sorpresa a los estados del sur del país?

—El tomar todas las acciones tiene un costo, y también la gente se cansa, no le gusta vivir asustada. Le gusta vivir así como que no pasa nada, se juntan muchos factores, se relajan las medidas, ahora no limpiamos, ahora no me lavo las manos, estoy enfermo, pero no voy al médico.

—¿Hay temor por parte de los gobernadores de tomar estas medidas de contención?

—Yo creo que hay reacciones diferenciadas, en algunos casos, nos vamos por allá y no cerramos nada. Yo estoy convencido que cuando las cosas empiezan a crecer rápidamente, hay que actuar.

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