Agregó que no se debe subestimar el impacto a largo plazo de los desalojos en las 53 personas afectadas directamente, entre las que se incluyen 20 menores.
Estos palestinos padecieron la humillación de ser arrojados de sus casas a la calle para luego ver como sus pertenencias eran cargadas en un camión que las tiraría en los linderos de la ciudad, mientras que los militares israelíes escoltaban a los nuevos colonos que se apoderaban de sus casas, explicó el portavoz del Organismo, Chris Gunnes.
Gunnes expresó su preocupación por la posibilidad de nuevas expulsiones, que causarían más sufrimiento inaceptable entre la población palestina.
Una vez más, el Organismo recordó que los desalojos violan las leyes internacionales y los derechos de los refugiados, e instó a Israel a detener estas acciones y a reinstalar a las familias expulsadas en sus hogares.
El OOPS ha asistido a las familias afectadas en la recuperación de sus pertenencias y ha presentado el caso con carácter de urgencia a las autoridades israelíes.
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