México ya empezó a sentir los efectos de la crisis crediticia desatada en Estados Unidos, su principal socio comercial, y mientras el banco central vislumbra una contracción de la economía de hasta un 1.8 por ciento este año, los clientes morosos de la banca van en aumento.
La Asociación de Bancos de México (ABM) no ha divulgado datos finales sobre el comportamiento de la cartera de crédito en el 2008, pero su expectativa era de un crecimiento del 15 por ciento.
A noviembre, el dato oscilaba ligeramente por encima del 12 por ciento, pero para este año la banca ve una cifra más modesta.
"Simplemente (se trata de) crecer a lo largo del año con metas que van entre el 7 y el 8 por ciento aproximadamente en los segmentos más importantes, que son consumo, vivienda y empresa", dijo el presidente de la ABM, Enrique Castillo.
"Se atenderá la demanda de crédito sano en condiciones que reflejen adecuadamente los riesgos de los acreditados", añadió ante legisladores en un foro organizado por el Congreso.
Según las proyecciones de la ABM, el financiamiento al consumo registraría en el 2009 una caída de hasta el 2 por ciento, mientras que los préstamos para vivienda crecerían hasta un 9.5 por ciento y los de empresas hasta un 12.5 por ciento.
En total, se colocarían hasta 140,000 millones de pesos en créditos nuevos, según la asociación.
Esta semana, el ente defensor de los usuarios de la banca local, la Condusef, dijo que la cantidad de mexicanos que no pudo cumplir con el pago de sus deudas se disparó en el 2008 y que el número seguirá aumentando este año por los efectos de la crisis.
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