Bajan en México las ventas de autos deportivos y de lujo

La ausencia de financiamiento y los más bajos niveles de confianza del consumidor merman desde hace algunos meses las ventas de autos de lujo y deportivos en México.

Marcas como Audi perderán 63% de las ventas al tener un pronóstico de sólo colocar 3 mil 318 unidades, cuando en 2008 vendió 9 mil 168 entre el público mexicano. Situación similar vivirá Acura, que de mil unidades sólo vendería 482, es decir, 52% menos; y Jaguar, que de colocar 226 de sus modelos el año pasado, este 2009 sólo vendería 131.

“Es la falta de financiamiento, también la baja en el nivel de confianza del consumidor, pero también creemos que la inseguridad en México es factor en la baja demanda de este tipo de vehículos”, explica un reporte de Global Insight.

La venta de automotores nuevos en México se estancó en 2005 y a partir de 2006 inició un declive que vive la pendiente más fuerte este año.

La entrada de autos usados mermó la venta de autos subcompactos entre 2006 y 2008; el daño no fue cualquier cosas en función de que significan en promedio 36% de las ventas totales del vehículos nuevos a lo largo del año.

Ahora, los autos de lujo, aunque sólo aportan un poco más allá de 5% del total de automotores desplazados, sí son el segundo rubro en participación en las utilidades de las armadoras y de los distribuidores.

“La carencia de programas de desarrollo para la industria y el mercado automotriz mexicano” agravan la situación en un contexto de crisis financiera, señala por su parte un reporte de la analista y asesora automotriz Susana Magaña.

El informe preparado para la Asociación Mexicana de Distribuidores de Automotores (AMDA) señala la urgente necesidad de revisar la carga impositiva al sector (que tiende a cobrar más entre más caro sea un auto), además de que la deducibilidad fue reducida de 300 mil a 175 mil pesos.

Este año por las calles de México rodarán menos Volvos, Jaguares, Audis, Acuras y BMW; hasta la gente de más altos ingresos deberá esperar el arribo de mejores tiempos, tanto para su bolsillo como para su percepción de seguridad.