Ciudad Juárez, la localidad más violenta de México, amaneció hoy por tercer día consecutivo sin asesinatos del narcotráfico, después del despliegue de más de 4.000 soldados y policías federales para reforzar la seguridad en una zona acostumbrada a ver tiroteos a diario en las calles.
Aunque los militares, que se suman a los 2.000 que ya estaban desplegados desde hace meses en la zona, todavía no han comenzado a patrullar, el anuncio de su llegada parece haber surtido efecto entre los carteles que se disputan la ruta de entrada de droga desde esa ciudad fronteriza con Estados Unidos hacia la nación vecina.
Pese a la tensa calma, corroborada por los protocolos oficiales de la fiscalía local consultados por Efe, otras zonas del estado de Chihuahua, al que pertenece Ciudad Juárez, no se libraron en las últimas horas de la sangrienta acción del crimen organizado.
Según fuentes oficiales, el lunes por la tarde fueron asesinados a balazos dentro de un centro nocturno en la ciudad de Camargo, en el este del estado, un ex comandante de la policía judicial del estado identificado como Carlos Armendáriz Gándara y el propietario del recinto, Jesús José Solís.
En otros hechos, cuatro hombres fueron muertos también ayer en la capital del estado.
Dos de ellos en la salida a la carretera que conduce a la ciudad de Cuauhtémoc mientras se desplazaban a bordo de un vehículo.
Otros dos fueron acribillados en una camioneta cerca de una avenida principal, mientras que en otro hecho violento un tercer hombre resultó lesionado de gravedad.
La caída de la violencia en Ciudad Juárez se produce después de que el pasado fin de semana llegaran a la zona 3.000 soldados para reforzar el Operativo Conjunto Chihuahua.
De esta forma, el Ejército mexicano aumentará de forma notable su presencia en el área, que hasta hace una semana se limitaba a 2.000 militares enviados el año anterior.
Al grueso de soldados se suman 1.000 policías federales que el lunes llegaron a la ciudad, la urbe más violenta de México en 2008 con 1.600 muertes de las 5.600 ocurridas en todo el país.
Parte de los policías desplazados, que pertenecen a grupos de elite, llegaron a bordo de tres aviones Hércules y otros por tierra en un espectacular operativo por las principales avenidas de la urbe.
En total, cerca de 8.000 efectivos del Ejército Mexicano, de la Policía Federal y la Policía Municipal comenzarán a patrullar por la ciudad en diez días con la difícil misión de bajar los índices de violencia relacionada con el crimen organizado, afirmó el alcalde de la ciudad, José Reyes Ferriz.
Reyes explicó a la prensa que inicialmente los cuerpos mencionados realizarán las tareas de vigilancia por separado.
El despliegue de las fuerzas militares y policiales fue decidido en la reunión celebrada el pasado miércoles por el Gabinete de Seguridad Publica en Ciudad Juárez.
Al encuentro, forzado por la escalada de crímenes en la localidad, acudieron los ministros de Defensa, de Marina, de Seguridad Pública, el fiscal general, el gobernador de Chihuahua y el alcalde de la población.
La cumbre de ministros estuvo enmarcada por amenazas de bombas que obligaron a las autoridades a desalojar el aeropuerto.
Un día después de ese encuentro, el estado de Chihuahua vivió una jornada violenta con el asesinato de unas veinte personas en distintas comunidades.
Según el recuento diario que hace la prensa local a partir de partes policiales, desde principios de año hasta el pasado sábado por la noche -cuando se produjeron los últimos crímenes- han muerto en Ciudad Juárez 368 personas, 134 en enero y 234 en febrero, lo que da un promedio de más de seis muertes violentas diarias.
El año pasado el promedio fue de cerca de cinco por día.
En total, el Ejército tiene movilizados a unos 45.000 soldados para combatir al crimen organizado en todo el país, a los que se suman unos 20.000 agentes federales y decenas de miles de policías estatales y municipales.
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