miércoles, 11 de marzo de 2009

Reconoce Washington urgencia de frenar tráfico de armas a México

La secretaria del Departamento de Seguridad Interna (DHS) de Estados Unidos, Janet Napolitano, reconoció hoy que el freno al tráfico ilegal de armas a México es "crítico" en la lucha contra los cárteles del narcotráfico.

"Continuamos buscando nuevas maneras de combatir los recientes incrementos en el tráfico ilegal de armas a México", señaló Napolitano al anunciar tres recientes decomisos de armas en Texas y Arizona, que tenían a México como destino.

Agentes de la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza (CBP) decomisaron el sábado 10 armas y miles de rondas de municiones en un camión en el suroeste de Arizona. El jueves confiscaron accesorios para armas en Texas y el miércoles una colección en un autobús.

El Departamento de Seguridad Interna (DHS) señaló que los decomisos subrayan el énfasis que pone Estados Unidos en el rastreo y decomiso de armas y municiones en la frontera México-Estados Unidos.

El mes pasado el procurador de Justicia, Eric Holder, señaló que la reimposición de la prohibición a la importación de armas de asalto a Estados Unidos es necesaria y tendrá un impacto positivo para reducir la disponibilidad de armas en México.

La prohibición, impuesta durante la administración Clinton en 1994 pero que fue dejada expirar en 2004 por el entonces presidente George W. Bush, es apoyada por el presidente Barack Obama quien propuso hacerla permanente durante la campaña presidencial.

La mayoría de las armas de asalto no son producidas en Estados Unidos, pero son importadas a este país y después introducidas como contrabando a México, donde caen en manos de los cárteles de las drogas u otras ramas del crimen organizado.

El embajador mexicano en Washington, Arturo Sarukhan, destacó en un reciente artículo la importancia de la reimposición de la prohibición, así como de una nueva regulación para las armas calibre .50, usadas por el crimen organizado en México.

Holder sostuvo que la Oficina para el Control del Alcohol, Tabaco y Armas de Fuego (ATF), dependiente del Departamento del Tesoro, está haciendo lo posible para detener el flujo de armas a México y reconoció que Estados Unidos tiene una responsabilidad en el tema.

Pero el embajador Sarukhan ha insistido en diversos foros que tanto la ATF como el Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza (CBP) carecen de los recursos para incrementar las operaciones de decomiso que les permitan detener el flujo de armas a México.

Sólo en noviembre pasado México decomisó un cargamento procedente de Estados Unidos que incluía 500 mil municiones, 288 rifles de asalto, dos lanzagranadas y 787 granadas de fragmentación.

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