domingo, 8 de marzo de 2009

Empresarios ven pocos beneficios para México por spring-breakers


Mientras miles de jóvenes estadounidenses se preparan para beber y destramparse en México durante sus vacaciones, los prestadores de servicios se preguntan si los denominados "springbreakers" significan realmente un beneficio para el país.

En dichos viajes, operadores turísticos de la Unión Americana ven la oportunidad de vender miles de paquetes con avión y hotel todo incluido por precios accesibles, en tanto que los empresarios mexicanos se resignan: en estos tiempos, bienvenido cualquier visitante.

Con un gasto promedio de 60 dólares por persona, los adolescentes atraídos por la fiesta y que a sus 18 años pueden beber en territorio mexicano, significan algunos ingresos para hoteles, centros nocturnos y, en cierta medida, agentes de viajes.

Al iniciar la temporada de "spring-breakers", el secretario de Turismo, Rodolfo Elizondo, señaló en entrevista que cualquier visitante que venga a México es bienvenido en términos de derrama económica y paseo.

Sin embargo, reconoció que el comportamiento de esos muchachos, la mayoría menores de 18 años, se ha convertido en un problema que se debe controlar y destacó que los gobiernos estatales y municipales han tomado medidas para evitar que se conviertan en una calamidad.

Empero, la población en Puerto Vallarta, Mazatlán, Acapulco, Rosarito, Puerto Peñasco, Cabo San Lucas, la Riviera Maya y Cancún esperan con resquemor la temporada.

Asociados con excesos, desmanes, desorden e incontables atentados a la moral pública, los jóvenes que pasan sus vacaciones de primavera en México provenientes de casi toda la Unión Americana, son vistos más como un problema que como una oportunidad de negocios.

La temporada de "spring break" o "descanso de primavera", en español, es definida por los calendarios escolares en el vecino país del norte.

Los jóvenes que estudian la llamada High School, equivalente aproximado a la preparatoria en México, así como la universidad, tienen entre dos y tres semanas de descanso a principios de marzo, en lo que se conoce popularmente como "spring break".

Es el momento que aprovechan para vacacionar en grupos, lejos de sus padres -cuyos días de asueto no coinciden- y en lugares que les ofrezcan la posibilidad divertirse sin restricciones, incluyendo tomar bebidas alcohólicas a las que no tienen acceso en su país y sexo.

En tanto, el Departamento de Estado de la Unión Americana tiene claro el problema. Para los jóvenes que vienen a pasar esa temporada en México ha preparado un documento en el que explica cuál es la realidad y las precauciones que deben tomar.

Si bien el texto señala que unos 100 mil "spring-breakers" pasan la temporada en México cada año sin problemas, advierte que se deben seguir reglas y evitar algunas conductas que podrían provocarles problemas legales que derivarían en penas de prisión.

Describió que ciertas pautas de comportamiento que pueden tomarse con ligereza en territorio estadounidense, "en algunas partes de México pueden constituir una seria ofensa, que incluso puede castigarse con la cárcel".

Entre ellas mencionó hacer señas obscenas, beber en la calle o en el transporte público, omitir el pago de ese servicio, consumir o comerciar mariguana, incluso portarla, lo cual constituye un delito federal que puede castigarse con muchos años de prisión.

Aunque el aviso del gobierno estadounidense establece que en general los "spring-breakers" no tienen problemas en México y que casi 100 mil de ellos vienen cada año y se divierten, algunos sectores en Estados Unidos son más alarmistas.

Las universidades de Arizona en Tucson y Estatal de Arizona emitieron, previo al inicio de la temporada, una alerta en la que definitivamente recomiendan no venir a México.

Señalan a Tijuana, Ciudad Juárez y Nogales como "ciudades que han experimentado tiroteos durante el día en centros comerciales y lugares públicos" y que los criminales "han seguido a conductores estadounidenses en el área fronteriza"

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