martes, 17 de marzo de 2009

México vuelve a despedirse en segunda ronda


México armó un equipo de lujo para el Clásico Mundial de Béisbol, pero nuevamente la segunda ronda fue su gran obstáculo.

México perdió ante Cuba la noche del lunes para quedar eliminado en la segunda fase del Clásico. No importó que su plantilla estuviera integrada casi en su totalidad por peloteros de Grandes Ligas como los hermanos Adrián y Edgar González, tampoco que en su staff de coaches estuvieran leyendas de la pelota mexicana como Fernando Valenzuela o Teodoro Higuera, e incluso su manager Vinicio Castilla.

México cerró el torneo como lo empezó: perdiendo. Su récord de dos ganados y cuatro perdidos, con triunfos ante equipos débiles como Australia y Sudáfrica, dan constancia del evidente fracaso.

"Pienso que sí (es un fracaso), este equipo daba para más, pero desafortunadamente no hicimos las cosas que deberíamos haber hecho. El bateo estuvo a la altura, el pitcheo también, pero ellos jugaron mejor, pienso que el equipo mexicano va a mejorar para el próximo Clásico Mundial", opinó el jugador mexicano Christian Presichi.

Al equipo mexicano le faltó un poco de todo en este torneo, pero hubo factores que pesaron más. El pitcheo no estuvo a la altura como fue evidente en las dos palizas que se llevó por parte de Australia y Cuba, quienes en el propio Foro Sol le ganaron a México por nocaut.

Su estelar abridor Oliver Pérez terminó sin victorias y con una pésima efectividad de 9.45. Jorge Campillo, segundo en la rotación, culminó con 6.23, mientras que en el cuerpo de relevistas, cinco lanzadores tuvieron efectividad superior de 10.

"Todos los compañeros estamos tristes porque no se dio un buen resultado, pero todos hicimos el mayor esfuerzo", dijo Pérez. "Así es el béisbol, hay que aceptar lo bueno y lo malo".

Entre lo malo también estuvo la conducción de Castilla, quien tomó varias decisiones desacertadas a la hora de manejar su cuerpo monticular y de ordenar el corrido de bases. La ex estrella de los Rockies de Colorado era agresivo cuando no había necesidad de serlo y conservador cuando tenía que atacar.

Ante Corea del Sur, optó por dejar sentado a su jardinero Karim García, quien en esa liga asiática fue cuarto en las votaciones para Jugador Más Valioso; ante Cuba el lunes, a pesar de ir abajo por cuatro carreras en el cierre de la novena, no realizó cambio de bateadores para tratar de remontar el marcador.

Castilla nunca quiso dar explicaciones. En tres de las cuatro derrotas de México, el manager se ausentó de las conferencias de prensa y evitó dar la cara.

Justo como su equipo en los diamantes del Clásico Mundial.

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